El año pasado por estas fechas me lancé a comprar un dominio personal para montar un blog (un poco típico).

Nunca he conseguido mantener más de un año un blog, y he probado con varios, hace un año la idea era obligarme más o menos con un dominio propio y personal, que sirviera de marca personal. Y lo encontré pablo.gg; sencillo, directo, distinto...pero a casi 80€. Me lo tomé como una prueba y como motivación para mantener y escribir más en el blog.


¿Por qué no uso un nick?

Llevo en Internet desde hace muchos años, y he pasado por multitud de proyectos y comunidades. Y durante muchos años, sin pensarlo ni planificarlo mucho tuve mi apodo, que aún hoy me indentifican en estas comunidades.

Un nick dependiendo de tu trabajo en internet puede ser sumamente útil porque es una barrera para tu privacidad.

Pero no es mi caso para este blog. Yo quiero compartir lo que hago en la vida real, los proyectos y experiencias que tengo, y en este caso creo que lo interesante es que se sepa quién soy, con nombre y apellidos.


Un año después y sin tener que pensarlo mucho, he decidido pasarme a un .com que por 9€ creo que va a aportarme lo mismo, es decir nada.

Muchas veces dedicamos esfuerzos y tiempo en buscar el nombre o el dominio más espectacular, sin ser conscientes que en internet lo que se valora son los contenidos. No niego que una buena marca, un buen dominio puede reforzar toda la comunicación, pero sin contenido no hay nada que reforzar.

Este año, vuelvo a plantearme el reto de escribir, de contar, de compartir muchos más contenidos, manuales, experiencias, etc... pero desde la tranquilidad de los 9€ que cuesta este dominio: pablogg.com